"La manera de comportarse es kata. Cuando se saluda, no hay que hacerlo de cualquier manera: en Occidente se da vagamente la mano y se inclina un poco la cabeza; ¡no se ha comprendido nada la belleza del gesto! Hay que saludar completamente [...].De esta manera dais testimonio de todo el respeto que sentís hacia vuestro adversario, hacia vuestro maestro, hacia el dojo, hacia la vida. Algunas veces me preguntan por qué me inclino ante la estatua de Buda, en el dojo: no es la estatua a quién saludo, sino a todos los que están aquí conmigo, en el dojo y también al cosmos entero. Todos estos gestos son muy importantes, ya que ayudan a mantener un espíritu correcto. Significan dignidad y respeto, ayudan a nuestra naturaleza a alcanzar una condición normal.Hoy día nadie es normal, toda la gente está un poco loca, con su mentalidad que funciona todo el tiempo ven el mundo de una manera estrecha, restringida. Están devorados por su ego. Creen ver, pero se equivocan: proyectan su locura, su mundo, sobre el mundo. No hay en ellos ninguna lucidez, ninguna sabiduría. Es por esto por lo que Sócrates, como Buda, como todos los sabios dicen antes que nada: "¡Conócete a ti mismo y conocerás el universo!".¡Este es el espíritu del zen y del Bushido tradicional! Para esto, la observación del comportamiento propio es muy importante. El comportamiento influencia la conciencia. A comportamiento justo, conciencia justa. Nuestra actitud, aquí y ahora, influencia a todo lo que nos rodea: nuestras palabras, nuestros gestos, nuestra manera de estar... todo esto influencia a lo que pasa alrededor de nosotros y nosotros mismos.Las acciones de cada instante deben ser justas. El comportamiento en el dojo reaparecerá en nuestra vida cotidiana. ¡Cada gesto es importante! Cómo comer, cómo vestirse, cómo lavarse, cómo conducirse con los demás, con la familia, con la esposa, cómo trabajar, cómo estar completamente en cada gesto. Hay que estar completamente en todo lo que se hace. Este es el entrenamiento de los kata.El espíritu del zen y del Budo tiende a esto: se trata de verdaderas ciencias del comportamiento. Nada tiene que ver con la imaginación que transforma el mundo, como en muchas religiones. Se debe vivir el mundo con el cuerpo, aquí y ahora. Y concentrarse completamente sobre cada gesto...." TAISEN DESHIMARU (Maestro Zen)
LA NOBLE LUCHA DEL GUERRERO.
"BUDO es la vía del guerrero; involucra todas las artes marciales Japonesas. Realiza exploración a través de la experiencia directa y profunda, la relación entre la ética, religión y filosofía. Su asociación con los deportes es un desarrollo muy reciente; las escrituras antiguas se conciernen esencialmente con una forma particular de cultivo de la mente y una reflexión sobre la naturaleza de uno mismo: ¿Quién soy yo? ¿Qué soy yo?En japonés, DO significa la vía. ¿Cómo se puede seguir esta vía? ¿Cómo encontrarla? No es sólo aprender una técnica, menos aún es una competencia deportiva. Budo incluye artes tales como kendo, judo, aikido, y kyudo o tiro con arco; aunque el ideograma BU signifique parar la confrontación. En Budo la idea no es el competir, sino encontrar paz y maestría de sí mismo. DO, la vía, es el método, la enseñanza que te permite comprender perfectamente la naturaleza de tu propia mente y ti mismo. Es la vía del Buddha, batsudo, que te lleva a descubrir tu propia naturaleza, despertar del entumecimiento del ego durmiente (el pequeño yo, el "yo" limitado) y de esta manera acceder a una personalidad mayor más completa. En Asia esta vía se ha transformado en la moralidad suprema y en la esencia de todas las religiones y filosofías. El yin y el yang del I Ching, la "existencia es nada" de Lao Tsu, tienen sus raíces en ella.¿Qué significa esto? ¿Que puedes olvidarte del cuerpo y mente; obtener un espíritu absoluto, sin ego? Armonizar, unir el cielo y la tierra. La mente interior deja las emociones y los pensamientos pasar; está completamente libre del ambiente, el egoísmo desaparece. Esta es la fuente de las filosofías y religiones de Asia. Cuerpo y mente, lo interno y lo externo, fenómenos y sustancia: estos pares no son ni dualistas ni opuestos sino que forman un todo no separado. Cambio, cualquier cambio, influencia toda otra acción, toda relación entre todas las existencias; la satisfacción o insatisfacción de una persona influye sobre toda otra persona; nuestros movimientos y los de otros son interdependientes. "Tu felicidad debe ser mi felicidad y si tu lloras yo lloro contigo. Cuando estás triste yo debo entristecerme y cuando tú estás feliz yo debo estarlo también". Todo en el universo está conectado, todo es osmosis. No se puede separar una parte del resto: la interdependencia reina el orden cósmico.A través de cinco mil años de la historia del Oriente, los sabios y filósofos han fijado sus atenciones en este espíritu, esta vía, y la han transmitido.El Shin Jin Mei es un libro muy antiguo, originalmente chino, en una parte dice, shi dobu nan -- la vía, la vía más alta, no es difícil, pero no debes tomar decisiones. No debes tener ni afecto ni desagrado. El San Do Kai (o interpretación de la esencia y fenómenos) dice similarmente, "Si valoras una sola ilusión, llega la separación, como entre la montaña y el río."Una de las cosas que significa Zen es el esfuerzo de practicar meditación, zazen. Es un esfuerzo en alcanzar el plano de pensamiento sin discriminación, conciencia más allá de toda categoría, abrazando y trascendiendo toda expresión posible del lenguaje. Esta dimensión puede ser lograda a través de la práctica de zazen y de BUSHIDO" TAISEN DESHIMARU (Maestro Zen)
Este es un pequeño cuento samurai que refleja fielmente la actitud de muchos practicantes de Artes Marciales, quienes en el transcurso de los años de aprendizaje y en el afán obtener conocimientos y grados, actuan de forma servil y obsecuente resignando así su dignidad como personas.- Como dice el viejo refrán: "Las águilas jamás podran volar como palomas.."
POR UN CUENCO DE ARROZ "Un día, estaba el Samurai Takada comiendo un cuenco de arroz, sentado en el umbral de una casa cualquiera. No había ningún alimento en toda Okinawa más barato que el arroz. Dicho de otra manera, comer arroz significaba que no se pasaba por un buen momento económico. Pasó un samurai de la corte personal del emperador y le dijo: -"!Ay, Takada-san! Si aprendieras a ser más sumiso y a adular un poco más al emperador, no tendrías que comer tanto arroz". Takada dejó de comer, levantó la vista, y mirando al acaudalado samurai intensamente, contestó: - "Ay de ti, hermano bushi. Si aprendieras a comer un poco de arroz, no tendrías que ser sumiso y adular tanto al emperador" ----------- - - - - - - - --
ZEN Y KENDO
__________________________________________________ "La vía de los patriarcas" por Sodô Yokoyama (Mtro.Zen)
Mi maestro Sawaki rôshi decía a menudo de si mismo: "Soy alguien eternamente extraviado. Nadie está mas en la ilusión que yo. Soy alguien extraviado con bonitos adornos. De ello soy completamente consciente cuando hago zazen."Que cosa tan rara es zazen. Cuando meditamos, ideas inoportunas, pensamientos fuera de lugar – brevemente, las ilusiones de las que están constituidos los seres ordinarios – parecen tener de repente una necesidad irreprimible de surgir y manifestarse. Surge además el deseo de expulsar estos pensamientos, un deseo irreprimible en el que ponemos toda nuestra energía. Aquellos que no hacen zazen no saben nada de todo esto. ¿Por qué continúan apareciendo las ilusiones, una tras otra, cuando practicamos? Aprendemos por zazen que cada uno de nosotros, sea príncipe o mendigo, no es mas que una persona ordinaria (extraviada). He aquí la razón. El esfuerzo por expulsar estas ilusiones – no siendo la ilusión más que un absurdo (va contra nuestra propia felicidad y la del otro) – de la misma manera se nos muestra completamente por zazen. Por convención llamamos "buda" esta meditación que nos guía de esa forma.Según esta enseñanza simplemente ser consciente de estar extraviado, lo que proviene de la práctica de zazen, hace de ti, en realidad, un buda. Zazen nos enseña que también estamos extraviados y nos libra así de esta ilusión. Cuando practicamos zazen verdaderamente y miramos atentamente todo el surgir de las ilusiones, realizamos cuan ordinarios somos y que ridículo es estar orgulloso o envanecerse. No hay otra cosa que hacer que ocultarse tranquilamente. Después de todo, es eso lo que verdaderamente somos.El satori [el despertar] significa despertarse al hecho de que estamos extraviados. Existe entonces el deseo, incluso ínfimo, de parar esas acciones ilusorias. Es de esta forma que la gente ordinaria se salva por zazen. Realizamos inmaculadamente nuestra banalidad por nuestra práctica de zazen. Todo incumplimiento al zazen (buda) nos volverá incapaces de abordar esas ilusiones y perderemos nuestro camino. Podemos decir que el mundo se extravía por no poder abordar sus ilusiones. Extraviarse significa vagar en los seis dominios del renacimiento. Todos los problemas del mundo, sean políticos, económicos, etc., provienen de situaciones en las que la conciencia de la propia banalidad no está presente.Sawaki rôshi decía: "Desde un punto de vista religioso aquellos que no son conscientes de su banalidad son superficiales y cómicos."El demonio – que es ilusión –, cuando es reconocido como tal, no puede hacer uso de sus poderes y desaparece por si mismo.Shâkyamuni se despertó inmaculadamente al hecho de que no era más que una persona ordinaria y se convirtió en un buda. Después comenzó a vivir la vida de un buda. Cuando realizáis vuestra banalidad, sois un buda y cuando sois un buda, poco importan las ideas fuera de lugar o los pensamientos inoportunos que aparecen, no constituyen ya la medida de un buda. De esa forma ya no son obstáculos. Las ilusiones que ya no son obstáculos se llaman fantasías. La vía del budismo – la vía de la paz – es la transformación de la ilusión en fantasía.A pesar de que la unidad sea la cualidad del zen, numerosas cualidades coexisten en esta unidad. El zen es el rostro original de la vía universal. Es el rostro original de si mismo. Como decía mi maestro: "No había ilusión en el pasado, no hay despertar ahora. Es el rostro original de si mismo." El satori no es necesario cuando no hay ilusión. Es por lo que mi maestro también decía: "No hay problema en no alcanzar el despertar. Aseguraros simplemente de no extraviaros. Si no os extraviáis, el rostro original ya está aquí. Por eso, permanecer tal como sois, sed vuestro yo actual tal como es."Resguardarse de los extravíos es hacer de la ilusión una fantasía. Poco importa la cantidad de pensamientos ilusorios desde el momento en que ya no son obstáculos. Es en este sentido que se dice en el zen: "No había ilusión en el pasado, no hay ilusión hoy." En otras palabras, en el zazen no hay ilusión, ni despertar, ni extraviados, ni budas. Y es por esta razón, por la que desde siempre no hay ilusión, ni despertar, ni santo, ni pecador en el zazen que nosotros tenemos, shikantaza – tan solo sentarse. Puesto que no había ilusión en el pasado ni despertar ahora, no hay necesidad de buscar al buda, ni hay infierno o fracaso. Es por lo que nosotros tenemos fuertes expresiones, como: "Incluso si caigo en el infierno poco importa." El gran maestro Sekitô (700-790) expresaba shikantaza de la siguiente manera: "Incluso si debo de hundirme para siempre, por ejemplo, en la ilusión, hago el voto de no buscar la salvación de los santos." ¿Hay un buda o un infierno en el shikantaza? No hay mas que una sentada unificada y concentrada. Que grandiosa expresión utilizaba Sekitô para describir esto.En el budismo sentarse con este tipo de energía espiritual se llama el justo esfuerzo. Dôgen habla de este justo esfuerzo como "nueve veces nueve hacen ochenta y dos". Si, desde el comienzo, hacéis el esfuerzo necesario para obtener ochenta y dos de nueve veces nueve, poco importa que aparezca la ilusión, ello no será un obstáculo.El mismo Sekitô se expresaba según estas enseñanzas de una forma más dulce de la siguiente manera: "La blanca nube (la ilusión) no pone obstáculos al vasto cielo (zazen)." Y Dôgen decía: "El viento en los pinos suena en vano en las orejas de un sordo (el meditador)."A pesar de que el viento en los pinos sople en vano en las orejas de un sordo (ochenta y dos), sopla. (Por numerosas que sean las pasiones, hago el voto de cortarlas). Como nuestras ilusiones no se interrumpen nunca, nuestra práctica de zazen tampoco se interrumpe. Si estamos decididos a hacer zazen, no solamente toda nuestra vida sino también en todas las innumerables vidas por venir, experimentaremos entonces un sentimiento de paz majestuosa...Igualmente en el kendo no se trata tan solo de la práctica durante esta vida, sino también de la determinación de practicar a lo largo de innumerables vidas, lo que os da un sentimiento de paz majestuosa.Volver al zazen que se convierte en shikantaza. "Zazen es una persona ordinaria que está siempre convirtiéndose en buda." Aquí también alguien se convierte en buda en la medida que avanza en si mismo practicando una sentada activa. Si eso no es así la meditación será una dolorosa práctica ascética. Al zazen de convertirse en buda se le llama el método del zazen del apacible descanso. La práctica unificada es un apacible descanso.Como la meditación consiste en convertiros en buda en vuestra condición ordinaria – tal como sois – eso no es tan solo "el buda que es únicamente el buda". Y como es una persona ordinaria la que se convierte en buda, no es tan solo una persona ordinaria. A pesar de que esto sea buda, esto no es buda. La esencia, o más bien debería decir el alcance de esto, es expresado por la enseñanza de "ni uno ni dos". Igualmente se habla simplemente de la enseñanza del no dos.En términos budistas diríamos para el kendo: El kendo no es ni para uno ni para dos. Hay exactamente un esfuerzo total que es el apacible descanso – el satori. Si el kendo no es para uno ni para dos, ¿entonces para quien es? Es idéntico al zazen. La meditación no es ni para los budas ni para las personas ordinarias. ¿Para quien es entonces? Y sin embargo hay cierta cosa que es simplemente zazen. Es a partir de este punto de vista que tenemos shikantaza, el zazen que es tan solo sentarse. En términos budistas podríamos decir que el kendo es igualmente shikan kendo – tan solo kendo.Mi maestro decía: "No escatiméis vuestro esfuerzo. Las personas tienen siempre cierta moderación cuando hacen un esfuerzo. Cuando escatimáis alguna cosa, poco importa lo que hagáis, vuestros esfuerzos se verán reducidos a nada. Escatimáis cuando decís "esto no esta bien" o "no lo puedo hacer".Cuando decís "es esto" haciendo todo el esfuerzo para que nueve veces nueve sean ochenta y dos, nada os es imposible. Ya que nosotros, los seres humanos, en tanto que primates, suponemos poder hacer esfuerzos mas allá de nuestras capacidades habituales. En términos budistas diríamos que el secreto de aquel que se ha despertado al espíritu de buda depende de su voluntad de actuar...En el budismo el esfuerzo diligente no está limitado a esta vida. Incluye la resolución de practicar a lo largo de vidas y muertes innumerables y por toda la eternidad. Yo también he de tener esta voluntad de practicar. Si soy capaz de una resolución así, un sentimiento trascendente de paz resultará de ello. Ya que este espíritu apacible y el despertar son idénticos, no es una cuestión de estar despierto a alguna cosa, sino más bien la decisión de practicar la vía de buda con el esfuerzo exacto – obtener ochenta y dos haciendo nueve veces nueve – y por toda la eternidad. Si soy capaz de esta decisión yo mismo me vuelvo eterno. Así el satori, el espíritu apaciguado, significa convertirse en uno con la eternidad – la eternidad vasta y sin límites.Cuando nueve veces nueve hacen ochenta y uno se plantea una limitación. Si alguna cosa posee limitaciones visibles es limitada. Si en kendo decís: "si alcanzáis tal nivel estáis en buena forma", limitáis el kendo. Aun mas, si os satisfacéis de ser el número uno de Japón en un gran encuentro muy aplaudido, estáis después de todo limitado, incluso si ello parece una hazaña. Para liberar el kendo de sus límites no se debe practicar únicamente durante toda la vida sino también por toda la eternidad. Si practicáis de esta manera el kendo, como el budismo ilimitado, pierde sus límites. Si es un kendo ilimitado, incluso un niño que sostiene un sable de bambú por primera vez practica un kendo ilimitado. Y puesto que zazen es eterno, zazen es ilimitado, lo mismo ocurre con alguien que se sienta por primera vez. Esto no es una práctica limitada por la afirmación de que debe ser practicada durante x años. El único satori que es eficaz, si puede utilizarse este término, es el zazen eterno e ilimitado que es practicado y que jamás es abandonado ni descuidado. Todas las actividades o cosas que sienten el satori no valen nada. Cuando estudiáis el budismo y queréis obtener tal o cual cosa, queréis convertiros en esto o aquello, imponéis un límite. No es esta la vía del buda ilimitado.Verdaderamente espero estar dispuesto a hacer el esfuerzo necesario y tomar la decisión de practicar esta vía del buda ilimitado. Si debo poner un límite a esta práctica, sería este la decisión de practicar eternamente. Ya que se trata de la decisión de una práctica verdadera de zazen, ¿por qué no haríais de esta resolución el límite de vuestra práctica del kendo? Es un límite sin límites.
ZAZEN NO ES LO MISMO QUE MEDITACION
___________________________________________________________________ "Zazen no es lo mismo que meditación" por Isshô Fujita
Parece que existe un error frecuente sobre zazen, ya que algunas personas piensan que se trata de una técnica que permitiría alcanzar el estado de "no pensamiento". Una comprensión así de zazen supone que un cierto estado de espíritu puede ser alcanzado por una influencia, una técnica o un método. En Occidente, zazen es habitualmente traducido por "meditación zen" o por "meditación sentada". Cada vez mas, en su empleo actual, el zazen es considerado como uno de los numerosos métodos surgidos de las tradiciones espirituales orientales para alcanzar objetivos tales como la salud corporal o mental, un comportamiento social adaptado, un espíritu tranquilo o la resolución de diversos problemas de la existencia.Es verdad que numerosas prácticas de meditación de la tradición budista ayudan a realizar estos objetivos, y esto puede ciertamente ser una utilización hábil de estos métodos meditativos. El zazen, sin embargo, tal como es comprendido por el maestro Dôgen, es una cosa diferente, que no puede ser clasificada como una meditación en el sentido indicado antes. Será pues útil que se examinen algunas de las diferencias entre el zazen y la meditación.Dôgen (1200-1253) es el fundador de la tradición zen sôtô y, sobre todo, un maestro de meditación. Su Shôbôgenzô es una de las grandes obras maestras de la tradición doctrinal budista. Los eruditos actuales obtienen muchísima ayuda de este texto para comprender, no solamente un enfoque único del budadharma (la enseñanza de Buda), sino también el zazen en tanto que práctica. Para Dôgen, el zazen es, antes que nada, una postura total del cuerpo, no un estado de espíritu.Dôgen utiliza numerosas expresiones para describir el zazen. Una de ellas es gotsuza, lo que significa "sentarse inmóvil como una poderosa montaña". Un término próximo de gran importancia es kekkafuza, "la postura del loto", que Dôgen considera como la llave de zazen. Sin embargo la comprensión de Dôgen de kekkafuza es completamente diferente de la tradición del yoga indio, y esta comprensión da una potente aclaración sobre la manera de aproximarse a zazen.En la mayoría de las tradiciones meditativas los practicantes comienzan por un método dado de meditación (como la cuenta de las respiraciones, la visualización de imágenes sagradas, la concentración del espíritu sobre un pensamiento o una sensación particular, etc.) tras haberse sentado cómodamente en la postura del loto. En otros términos la meditación se añade a kekkafuza. Utilizándolo así el kekkafuza se convierte en un medio para preparar de manera óptima el cuerpo y el espíritu por ejercicios mentales que se llaman "meditación", pero no es un objetivo por si mismo. La práctica está construida sobre una dualidad, con un cuerpo sentado como continente y un espíritu meditativo como contenido. El acento es siempre puesto sobre la meditación como un ejercicio mental. En una disposición dual así el cuerpo está sentado, mientras que el espíritu hace otra cosa.Para Dôgen, por otro lado, el fin de zazen consiste exactamente en sentarse correctamente en kekkafuza. No hay estrictamente nada mas que añadir. Es kekkafuza nada mas. Kôdô Sawaki rôshi, el gran maestro zen del Japón de comienzos del siglo XX decía: "Sentarse exactamente en zazen, eso es todo." Con esta comprensión zazen sobrepasa el dualismo del cuerpo y del espíritu. A la vez el cuerpo y el espíritu son completa y simultáneamente vaciados por el único hecho de sentarse en kekkafuza. En el capitulo del Shôbôgenzô, El rey del sâmadhi, Dôgen dice: "Sentaros en kekkafuza con el cuerpo, sentaros en kekkafuza con el espíritu, sentaros en el kekkafuza despojados de cuerpo-espíritu."Las prácticas meditativas que ponen el acento sobre una dimensión psíquica (pensamientos, percepciones, sentimientos, visualizaciones, intenciones, etc.) conducen todas nuestra atención sobre las funciones corticocerebrales de la cuales hablaré generalmente como de "la cabeza". La mayoría de las meditaciones, en el sentido en que se las entiende convencionalmente, son actividades centradas sobre la cabeza. En medicina oriental, se encuentra la interesante idea de que la armonía de los órganos internos es de la mayor importancia. Todos los problemas asociados con la cabeza provienen simplemente de una disarmonía de los órganos internos, que son lo fundamentos verdaderos de nuestra vida.Por causa de nuestras funciones corticocerebrales, altamente desarrolladas, tenemos tendencia a asimilar la conciencia de si, la sensación de un "yo", con la cabeza. Como si la cabeza fuera el personaje principal de la obra y el cuerpo el sirviente que sigue las ordenes de la cabeza. Pero desde el punto de vista de la medicina oriental no se trata simplemente de una pretensión de la cabeza sino de una total incomprensión de la vida. La cabeza no es mas que una pequeña parte de la totalidad de la vida y no tiene una posición tan privilegiada.Mientras que la mayoría de las meditaciones tienden a concentrarse sobre la cabeza, el zazen se concentra mas bien sobre la estructura de un cuerpo-espíritu total y vivo, dejando a la cabeza existir sin darle preeminencia alguna. Cuando la cabeza está sobreactivada aparece una vida dividida y desequilibrada. Pero en la postura de zazen ésta aprende a encontrar su sitio exacto y su función en la dimensión de un cuerpo-espíritu unificado. Nuestro cuerpo humano vivo no es simplemente una agregación de partes corporales, es un todo orgánico integrado. Ello se concibe de tal forma que cuando una parte del cuerpo se mueve, cualquiera que sea la sutileza del movimiento, ello provoca simultáneamente el movimiento acorde del cuerpo.Cuando al principio se aprende a hacer zazen, no se puede aprehenderlo en su totalidad o de un solo golpe. Inevitablemente se comienza a recortar el zazen en pequeños trozos que se disponen en un orden particular: armonizar el cuerpo (chôshin), armonizar la respiración (chôsoku) y armonizar el espíritu (chôshin). En el Eihei kôroku, Dôgen escribió : "En nuestro zazen, es esencial sentarse en la postura correcta, armonizar después la respiración y apaciguarse."Pero, después de haber pasado esta etapa preliminar, todas las instrucciones dadas como piezas separadas en el tiempo y en el espacio deben ser integradas en un todo en el cuerpo-espíritu del practicante de zazen. Cuando el zazen se convierte en zazen, shôshin taza es actualizado. Esto significa "exactamente (ta) sentado (za) en una postura del cuerpo (shin) correcta (shô)", con taza que pone el acento sobre la cualidad de ser, entero y uno, en el tiempo y el espacio. La "totalidad" del zazen debe estar integrada en una sentada una. En otras palabras, zazen debe convertirse en el "zazen, total y uno."¿Como, esta cualidad de ser total y uno, se manifiesta en la postura sentada de zazen? Cuando el zazen está profundamente integrado, el practicante no siente que cada parte de su cuerpo esté separada de otras y que realice independientemente su trabajo aquí o allá en el cuerpo. El practicante no es conducido a realizar varias instrucciones sobre la manera de armonizar. En realidad no hace mas que una única cosa, buscando continuamente la postura sentada correcta con el cuerpo entero.Así, en la experiencia real del practicante, no hay mas que una simple postura sentada integrada armoniosamente. Siente la posición de las piernas cruzadas, el mudrâ cósmico, los ojos semiabiertos, etc., como manifestaciones locales de la postura sentada total y una. Mientras que cada parte del cuerpo funciona de su propia manera, en tanto que cuerpo total son integradas en el estado de ser uno. Se lo experimenta como si todos los límites, o las divisiones entre las partes del cuerpo, hubiesen desaparecido, y todas las partes son englobadas y fundidas en una única expresión total de carne y huesos. A veces se tiene la sensación durante zazen de que nuestras manos o nuestras piernas han desaparecido o se han desvanecido.La expresión "shôshin taza" podría ser comprendida mejor en términos de postura y de fuerza de gravedad. Todas las cosas sobre la tierra son inevitablemente atraídas hacia el centro de la tierra bajo el efecto de la gravedad. En el interior de este campo gravitacional, todas las formas de vida han sobrevivido armonizándose con la gravedad de diferentes maneras. Nosotros, seres humanos, hemos alcanzado la posición vertical, con el eje central del cuerpo en la vertical, después de un largo proceso de evolución. La posición vertical es "antigravitacional" en la medida en que ella no puede existir sin intencionalidades o deseos propiamente humanos, que obran inconscientemente para mantener el cuerpo derecho. Cuando se está enfermo o cansado, se encuentra difícil guardar una postura derecha y uno se acuesta. En una situación así la intención de permanecer de pie no actúa.A pesar de que la postura vertical sea antigravitacional, desde un cierto punto de vista, está convenientemente ordenada para ser "progravitacional", es decir que obedece a la fuerza de la gravedad. Cuando el cuerpo está inclinado, ciertos músculos se van a tensar con el fin de mantener la posición vertical, el peso es sostenido por la estructura del esqueleto y se relajan las tensiones inútiles. Todo el cuerpo entero se somete entonces a la fuerza de la gravedad. La sutileza de la postura sentada parece encontrarse en el hecho de que las dimensiones anti y progravitacionales, que pueden parecer a primera vista contradictorias, coexisten de forma completamente natural. Nuestra relación con la gravedad en shôshin taza no es, ni una forma antigravitacional de combatirla por la tensión de los músculos y un cuerpo rígido, ni una forma progravitacional de ser vencido por esta fuerza con los músculos átonos y un cuerpo fofo.En el shôshin taza, mientras que el cuerpo está sentado inmóvil como una montaña, el cuerpo interno está relajado, sin trabas, distendido en cada una de sus partes. Como un "huevo en equilibrio", la estructura externa permanece firme y solida mientras que el interior está fluido, tranquilo y distendido. Con excepción de algunos pequeños músculos necesarios, todo está calmadamente en reposo. Cuanto mas se distienden los músculos, mas sensible se puede ser y la relación con la gravedad se regularizará cada vez mas minuciosamente. Cuanto mas se permite distenderse a los músculos, mas sale a la luz una conciencia precisa y el shôshin taza se profundiza infinitamente.Constato a menudo que la gente ve en zazen una solución a los problemas y a los sufrimientos personales, o incluso a la educación de una persona. Pero Kôdô Sawaki rôshi da un punto de vista diferente del zazen en su frase : "Zazen es conectarse al universo." La postura de zazen nos une al universo entero. Como Shigeo Michi, celebre anatomista del siglo pasado, decía : "Puesto que zazen es una postura en la cual el ser humano no hace nada por el ser humano, el ser humano es liberado de ser un ser humano y se convierte en un Buda." (Canciones de la vida – Himno al zazen por Daiji Kobayashi).Michi igualmente nos pide hacer una distinción entre la "cabeza" y el "corazón", diciendo de que manera nuestras "funciones cardiacas" internas se muestran en zazen de una forma completamente real. La cabeza de la que hablo podría corresponder a la expresión técnica budista de bompu, que significa el ser humano ordinario. Un bompu es el opuesto de un Buda, una persona que no está despierta aun, que esta atrapada por todo tipo de ignorancias, de tonterías y sufrimientos. Cuando estamos completamente inmersos en zazen, en lugar de permanecer en esta idea, no deberíamos olvidar jamas comprender que la práctica de zazen, en un sentido, es la negación o el abandono de nuestra bompuidad. En otras palabras, se pasa, en zazen, de la cabeza al corazón en el seno de nuestra naturaleza de buda. Si nos olvidamos de tomar este punto en serio, nos dañamos a nosotros mismos alentando nuestra propia bompuidad, obtenemos un zazen débil, adaptado a nuestra bompuidad y degradamos el zazen mismo.El maestro zen Dôgen decía : "[Cuando os sentáis en zazen] no penséis ni en el bien ni en el mal. No os preocupéis de bueno o malo. Dejad de lado las operaciones de vuestro intelecto, de vuestra voluntad y de vuestra conciencia. Parad el examinar las cosas con vuestra memoria, vuestra imaginación o vuestra reflexión." Siguiendo este consejo somos libres, por un momento, para dejar de lado nuestras altamente desarrolladas facultades intelectuales. Simplemente relajamos nuestra capacidad de conceptualización. En zazen no pensamos intencionalmente en alguna cosa. Esto no significa que debamos dormirnos. Al contrario, nuestra conciencia debe siempre estar clara y alerta.Mientras que estamos sentados en la postura de zazen, el conjunto de nuestras capacidades humanas, adquiridas a lo largo de una evolución de millones de años, son abandonadas o suspendidas momentáneamente. Como estas capacidades (moverse, hablar, coger, pensar) son las que los seres humanos mas estiman podría decirse sin equivocarse que "entrar en zazen corresponde a salir de la actividad de ser un ser humano" y que en zazen "no se hace ninguna actividad del ser humano".¿Que significa renunciar a todas estas capacidades humanas adquiridas duramente cuando nos sentamos en zazen? Yo creo que tenemos la oportunidad de "sellar nuestra bompuidad". En otros términos, sentados en zazen, abandonamos sin condiciones nuestra ignorancia de ser humano. En efecto decimos : "No voy a utilizar estas capacidades humanas para mis objetivos confusos y egocéntricos. Tomando la postura de zazen, mis manos, mis piernas, mis labios y mi espíritu están sellados, Son exactamente como son. No puedo crear mas karma con todo esto." He aquí lo que significa "sellar la bompuidad" en zazen.Cuando utilizamos nuestras sofisticadas capacidades humanas en nuestra vida cotidiana, las utilizamos sistemáticamente para nuestros fines ilusorios y egocéntricos, nuestros interese de bompu. Todas nuestra acciones está fundamentadas sobre nuestros deseos, nuestras atracciones y nuestras aversiones. Las razones por las cuales decidimos ir aquí o allá, manipulamos diferentes objetos, hablamos de distintos temas, teniendo tal o cual opinión, son determinadas únicamente por nuestra inclinación a querer satisfacer nuestros intereses egoístas. Ha aquí como somos. Se trata de un hábito profundamente enraizado en cada bompu ser humano. Si no hacemos nada con este hábito continuaremos utilizando todos nuestros maravillosos poderes humanos en la ignorancia y el egoísmo, sepultándonos siempre aún mas profundamente en la ilusión.En cambio, si practicamos correctamente zazen, nuestras capacidades humanas no serán jamas utilizadas para intereses de bompu. Se esta forma esta tendencia se interrumpirá, por lo menos por un tiempo. Es lo que yo llamo "sellar la bompuidad". Nuestra bompuidad siempre existe, pero está completamente sellada. En el Bendôwa ("En la persecución de la vía"), el maestro zen Dôgen describe el zazen como una condición en la que podemos "poner el sello de Buda sobre las tres puertas del karma (el cuerpo, la palabra y el espíritu) y sentarnos derechos en este samâdhi."Esto quiere decir que de ninguna manera debe haber la menor traza de actividad bompu, sea esta en el cuerpo, en la palabra o en el espíritu. Todo lo que constituye ahí la señal de Buda. El cuerpo no se mueve en la postura de zazen. La boca está cerrada y no habla. El espíritu no busca convertirse en Buda, sino que mas bien detiene las actividades mentales del pensamiento, la voluntad y la conciencia. Eliminando todos los signos de bompu de nuestras manos, de nuestras piernas, de nuestra boca y de nuestro espíritu (que normalmente actúan únicamente en el nombre de nuestros intereses ilusorios de humano), poniendo el sello de Buda sobre ellos, los colocamos al servicio de nuestra naturaleza de Buda. En otras palabras, cuando nuestro cuerpo-espíritu de bompu actúa como un Buda es transformado en un cuerpo-espíritu de Buda.Deberíamos ser particularmente prudentes sobre el hecho de que, cuando hablamos de "sellar nuestra naturaleza humana ilusoria, esta "naturaleza humana ilusoria" de la cual hablamos no es alguna cosa que existe como una entidad fija, o como un sujeto o un objeto (según el punto de vista). Se trata simplemente de nuestra condición percibida. No podemos simplemente negarla y liberarnos. El hecho es que, cuando nos sentamos en zazen como simplemente zazen, nuestra naturaleza humana ilusoria es sellada por la aparición de nuestra naturaleza de buda en las tres puertas del karma, es decir en el plano del cuerpo, la palabra y el espíritu. Consecuentemente nuestra naturaleza humana ilusoria es automáticamente abandonada.Todas las explicaciones precedentes, de abandono, de sellar nuestra naturaleza humana ilusoria, no son mas que palabras. Estas explicaciones están fundadas sobre un punto de vista particular y limitado, mirando zazen desde el exterior. Por supuesto, es verdad que el zazen nos ofrece las posibilidades que he descrito. Sin embargo, cuando se practica zazen, debemos estar seguros de no preocuparnos de la "naturaleza humana ilusoria", del "abandono" o de ideas parecidas. Lo único que para nosotros es importante es practicar zazen, aquí y ahora, como un zazen puro sin mancha.